El Gobierno culpa a Bruselas para no bajar el IVA de la luz pero ni siquiera le ha consultado
El Gobierno se ampara en Bruselas para no acometer una rebaja del IVA de la luz, pero lo cierto es que no ha hecho ninguna consulta a las autoridades comunitarias para llevarla a cabo.
El Ejecutivo no ha planteado ninguna propuesta al Comité del IVA de la Comisión Europea -órgano competente en fiscalidad- según confirman a OKDIARIO fuentes del Ministerio de Hacienda. Esa consulta es una mera formalidad exigida por las directivas comunitarias, pero el órgano no tiene poder vinculante para vetar ninguna bajada. Es decir, el Gobierno tendría vía libre para llevarla a cabo si quisiese.
La portavoz y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguró el martes que una rebaja del IVA «no estaría en línea con lo que se marca por parte de Europa». Una observación que choca con el hecho de que otros países, como Francia, Alemania o Italia, tienen un impuesto más bajo. Montero también destacó que «España está advertida por parte de la Comisión Europea por el uso que, a juicio de la Comisión, se hace de forma abusiva o excesiva respecto al IVA reducido o superreducido».
De esta forma, el Ejecutivo se amparaba en una supuesta objeción de Bruselas a esa bajada.
El Comité del IVA
Lo cierto es que, como se ha dicho y como explican fuentes de la Comisión Europea a este periódico, el Gobierno, en caso de querer proceder a una rebaja, únicamente debería consultar al llamado Comité del IVA, aunque esto es mero trámite. Se podría bajar perfectamente el impuesto, incluso aunque este órgano pusiese alguna pega de tipo jurídico o tributaria. Es más, el Ejecutivo podría bajar el IVA sin haber llevado a cabo esa consulta.
«El proceso de consulta es una pura formalidad, ya que el Comité del IVA no tiene competencia para aprobar o rechazar una medida concreta; puede, eso sí, señalar alguna posible pega jurídico-tributaria que traiga su causa en la medida que se propone adoptar», señalan estas fuentes.
El procedimiento de consulta, añaden, «no constituye una aprobación de la medida por parte de la Comisión Europea». Y van más allá: «Una decisión de un Estado Miembro para reducir el IVA de la luz es efectiva incluso aunque el Comité del IVA no haya sido consultado (o incluso en el caso de que este Comité haya señalado alguna pega). En este último caso, el Estado Miembro en cuestión estaría sujeto, en su caso, a lo que tuvieran que decir los tribunales de justicia respecto de la validez de la medida».
De hecho, cabe recordar que la directiva de la Unión Europea sobre el IVA, de 2o06, establece que: «Los Estados miembros podrán aplicar un tipo impositivo reducido al suministro de gas natural, de electricidad y de calefacción-urbana, siempre que no exista riesgo de distorsión de la competencia».
Pero el Ejecutivo ni siquiera se ha dirigido a este Comité para plantear una rebaja del IVA de la luz, que, en línea con las promesas de PSOE y Podemos en campaña, permitiese abaratar el recibo.
Desde el Ministerio de Hacienda se matizaron este miércoles las palabras de María Jesús Montero, afirmando en un comunicado que la ministra «hizo una reflexión general» y recordando que el Gobierno comunitario «apunta habitualmente en sus informes que España tiene una recaudación relativamente baja en el IVA por el uso intensivo del tipo reducido y superreducido».
«En ningún momento Montero habló de prohibiciones o sanciones y se limitó a recordar una opinión recurrente de la Comisión Europea cuando analiza la economía española y su sistema tributario», apostillaron desde Hacienda.
La Comisión Europea apunta en el ‘Informe sobre España 2020’, publicado el pasado febrero, que España tiene una recaudación «relativamente baja en concepto de IVA a pesar de que la brecha de cumplimiento de las obligaciones de pago es muy pequeña y de que el tipo impositivo general del IVA es cercano a la media de la UE». «Esto se debe al uso extensivo de tipos reducidos y superreducidos, lo que resulta en una gran diferencia de tipos del IVA», señala el organismo comunitario. Pero se trata de una mera descripción del escenario fiscal español, porque, en la práctica, Bruselas no pone ningún impedimento a que España baje la luz.
Podemos admite que no quiere
De hecho, Podemos ha reconocido ya abiertamente que no está a favor de la rebaja del IVA de la luz porque «reduce los ingresos del Estado».
«Bajar el IVA no le cuesta ni un euro a las eléctricas. Eso sí, reduce los ingresos del Estado, dañando la sanidad, la educación o la dependencia», escribió el portavoz parlamentario de Podemos, Pablo Echenique, en Twitter.
La subida de la luz ha provocado además una nueva crisis en el Gobierno de coalición, ya que Podemos culpa directamente al PSOE del incremento por no aceptar una empresa pública de energía.
La formación de Pablo Iglesias lanzó incluso una campaña en las redes sociales en la que atacaba directamente a sus socios:
«Ante el ruido, hablamos muy claro. Esto es lo que hay detrás de la indignante subida del precio de la luz», decían en su mensaje. El partido se excusa además en que quedan puntos «todavía por desarrollarse» del programa de Gobierno firmado con los socialistas, e incluso en que Alberto Garzón, ministro de Consumo, «no tiene prácticamente competencias en energía», porque todas las tiene Teresa Ribera, vicepresidenta cuarta del Gobierno.
La solución, para los podemitas, pasa por «intervenir el mercado eléctrico y nacionalizar una eléctrica para tener, al menos, una gran empresa pública de energía que pueda competir con el oligopolio que nos sube la luz». «Pero… ¿esto se va a hacer? No. Porque el socio mayoritario de Gobierno no es partidario de ello», añaden desde Podemos, en un ataque directo al PSOE.
Lo cierto es que Podemos convirtió la factura de la luz en un reclamo en su discurso electoral. Pero también Pedro Sánchez atacó con vehemencia a Mariano Rajoy, siendo líder de la oposición.
«En la última década no se había registrado un precio tan alto de la electricidad en España. El recibo ha pasado de 46 euros a 88, casi el doble. ¿Qué tiene que decir el Gobierno?», se preguntaba el dirigente socialista a principios de 2018. Ahora, Sánchez calla ante esta subida, que deja la luz más cara desde 2008.